Espero no sonar impertinente compartiendo lecciones que he aprendido como padre en tan poco tiempo…
Pero tengo esperanzas de que esto sea útil para otros, ahora que se acerca el día del Padre.
1) Se trata de la madre
En su primer año de vida, siento que estar con Amanda es siempre un placer, no un deber. Aunque estoy seguro que ella también disfruta de mi presencia, ella no me necesita como necesita a su madre.
Y lo ideal es que su madre esté en las mejores condiciones posibles. Velar por mi esposa, entonces, es la manera más importante de velar por el bien de mi hija. No es siempre obvio… Porque mi hija se roba la atención fácilmente. Pero si quiero ser un buen padre, primero tengo que ser un buen esposo.
2) Estar presente
Hoy en día es fácil distraerse. El celular es un verdadero villano de la distracción, pero la mente busca cualquier excusa y herramienta para estar en cualquier otro lado menos en el aquí y ahora.
Pero una bebé no permite descuidos. Y el acto de estar presente no es solo una forma de cuidarla. Es una forma de disfrutarla, quererla, y entregarle lo más preciado que tengo: mi tiempo y atención. Espero me sirva de entrenamiento, porque en el futuro seguirá queriendo esa atención y presencia, y será más fácil encontrar excusas para no estar atento o presente.
3) Mantenerse abierto
Suelo tener opiniones muy fuertes. En ocho meses de vida de Amanda, las he cambiado más a menudo de lo que pensaba era posible. Siempre me imaginé que el arte de ser padre implica adaptar totalmente tu estrategia al tipo de persona que tu hijo o hija «tienen adentro». Pero nunca me imaginé que eso sucedería tan pronto y tan seguido!
Todas las ideas que los demás padres te dan son una confluencia de opiniones basadas en la ciencia, en lo que se ha repetido por muchas generaciones por tradición, o en lo que le funcionó con uno de sus hijos. Pero si tienes alguna dificultad, terminas sintiendo que al fin y al cabo tienes que experimentar con tu hijo usando toda la información contradictoria que te han dado, y un montón de instinto.
Experimentar siempre se siente terrible, porque lo que queremos es que funcione desde un principio, y sin efectos secundarios. Pero cada persona es distinta. Desde que nacemos. Y por eso hay que mantenerse abierto, con los ojos bien abiertos a lo que sucede día a día. Y entender que las opiniones de los demás vienen con buenas intenciones… aunque no siempre sean acertadas 🙂
El tema de «parenting» es tan decisivo como la religión y la política. No es mi intención prescribir, sino compartir. Si tienes algo que compartir también, hazlo por favor en los comentarios…
Se te quiere y respeta,
Mijael