Aunque típicamente “la grama del vecino siempre es más verde”, en mi caso realmente me siento afortunado de ser profesor de Yoga. Pero no todo es color de rosas en mi profesión… si te estás preguntando si esta carrera es para ti, piensa en lo siguiente:

 

Sesión de estudio para Profesor de Yoga1) Serás juzgado con otro estándar

¿Sabías que los profesores de Yoga no se ponen bravos?

Tampoco fuman, beben, bailan pegado, dicen groserías… Y como todos los profesores de Yoga son santos que caminan sobre agua, cada vez que alguien te vea haciendo algo “poco iluminado”, estarán listos para recordarte que los profesores de yoga son perfectos.

 

2) Será más difícil practicar

Casi todos los profesores de Yoga que nos dedicamos a esto, solíamos tener una práctica de Yoga mucho más abundante antes de enseñar. Ahora que enseñamos en el horario en que solíamos practicar, requerimos de una dedicación y disciplina que antes se daba más fácil.

Esto es al menos cierto para aquellos de nosotros que enseñamos sin practicar las posturas constantemente durante la clase, porque queremos estar pendientes de ayudar a nuestros estudiantes.

Hoy en día es un verdadero lujo para mí aquellos días que puedo tomar una hora y media para mi práctica personal. Al menos entiendo suficiente acerca del Yoga para diseñar prácticas que pueden ser muy efectivas en menos tiempo.

 

3) Será más difícil disfrutar clases grupales

Estudiante para Profesor de YogaMis estudios universitarios fueron en producción de cine y televisión. A pesar de que todavía disfruto mucho de ver una buena película, mi mente no deja de pensar en la cinematografía, la edición, el guión…

Esa sofisticación tiene un precio: ya no puedo ver películas del mismo modo, y me es más difícil disfrutar de películas “mal hechas”.

Aunque esto no le ocurre a todos por igual, otros profesores me confiesan que también se han vuelto más exigentes cuando van a clases grupales, y se frustran cuando sienten que el profesor no está haciendo un buen trabajo.

 

4) Serás tu propio jefe

Suena perfecto, lo sé. Pero ser tu propio jefe implica que necesitas mucha más disciplina para sacar tu vida profesional adelante.

Que tienes que convertirte en “todero”, y al menos al principio, hacerlo todo: mercadeo, contabilidad, cobros, transporte, administración, etc. etc.

Y cuando uno mismo es el jefe, dependiendo de tu personalidad, encontrar un balance entre vida y trabajo puede convertirse en un verdadero desafío.

 

5) Irás a la oficina en Pijamas

De esta yo no me quejo. Personalmente me fascina no tener que usar ropa formal para ir a trabajar, y seguramente algunos de ustedes se identifican.

Pero algunos profesores sienten que hay cierta “informalidad” en nuestro atuendo, y preferirían, al menos de vez en cuando, poder lucir más elegantes.

Personalmente… si esta es una verdadera queja en tu trabajo, seguramente no tienes mucho de qué quejarte J

Si todavía piensas que te gustaría ser profesor(a) de Yoga, qué esperas?

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