Diciembre, el mes de las «comilonas»…

No es un secreto para nadie que cuando llega diciembre la mayoría de las personas tienden a aumentar de peso, e incluso algunas personas se someten a alguna dieta para bajar de peso, antes de la llegada de este mes, para evitar «perder la línea».

Entre el ron ponche, la fiesta del trabajo, el clásico banquete navideño y el fin de año… nos damos el permiso de comer hasta más no poder, porque estamos celebrando y ¿se vale todo, no?

¿Me equivoco?

Hablemos un poco sobre un estudio realizado a unos estudiantes uiversitarios, quienes subieron un poco más de una libra durante sus vacaciones decembrinas, apróximadamente dos semanas.

¿Te imaginas que comieramos como lo hacemos en diciembre, el resto del año?

La mayoría de las personas consumen apróximadamente 3,500 calorías, cuando lo que es necesario para nuestro cuerpo diariamente son 2,500 calorías, las 1,000 calorías que consumimos de más, se convierte en apróximadamente 111 gramos de grasa en nuestro organismo.

 

Acá un gráfico que expresa el aumento de peso en las festividades de diciembre, en tres países diferentes:

 

Algunas personas pensarán que no importa, esos kilitos pueden perderse en algún momento del año pero según varios estudios se ha llegado a la conclusión de que el peso que se gana durante la navidad, no se pierde por completo.

Y el efecto cumulativo, año tras año, es algo que muchos podemos corroborar en nuestra cintura.

¿Qué hacer?

Es bueno reconocer que en la ciencia hay muchas contradicciones y «huecos» cuando se trata de nutrición.

Pero hay algunas cosas que aunque parezcan «sobre-simplificadas», podrían ayudarnos, incluso cuando hay una bio-individualidad en cuanto a la mejor forma de comer para cada uno.

1. El efecto de la proteína

Si comes productos animales, te será más fácil seguir esto (aunque somos yogis con opiniones al respecto, respetamos la forma de comer de cada quien).

De los 3 macro-nutrientes, la proteína es la que más te va a llenar y menos te va a engordar. Y aunque esto quizás no es noticias, si empiezas tu comida con la mayor cantidad de proteína posible, no tendrás mucho apetito para comer otras cosas, y disminuirás la subida rápida del azúcar incluso si después comes almidón.

2. Has probado ayuno intermitente?

Lo ideal es probar estas cosas con ayuda profesional, pero el efecto de ayunar un día a la semana podría ayudarte no solo a perder peso, sino con otros beneficios metabólicos. Si no quieres hacer algo así por mucho tiempo, quizás en Diciembre puedas lograr al menos 3 o 4 días que balanceen las comilonas?

3. Llénate de fibra

Como dicen las madres… come tus vegetales! Si pones un montón de porotos, legumbres, vegetales crucíferos y hojas en tu plato, no tendrás tanta hambre para el postre. Llenarás (aunque sea un poco) el «segundo estómago del postre» 🙂

4. Usa el plato de ensalada o postre (pero con tenedor grande!)

Aunque los estudios son preliminares (con muestras pequeñas), parece ser que comer con platos más pequeños y tenedores grandes, engañamos a nuestro cerebro a pensar que está comiendo más de lo que en realidad come.

5. Di que no.

Cuando familiares o amigos nos ofrecen más comida, a veces pensamos que es «rudo» decir que no. Decir algo como «necesito una pausa», o «estoy realmente lleno» es mejor a un «no debería» (para el cual siempre nos dirán «es solamente una noche», o algo parecido).

Espero estos tips te ayuden… y que disfrutes mucho este mes, con la mayor cantidad de conexión posible.

 

Por tu salud!

Con amor,

María Fernanda