Hace unos años había una fuga de agua en mi apartamento. Varios plomeros “expertos” vinieron a dar su opinión, que casi siempre terminaba siendo “vamos a tener que picar esta pared para ver adentro”.

Por suerte conseguí a un especialista que tenía cámaras infrarrojas, y luego de unos minutos de hacer pruebas me pudo mostrar que el origen era realmente el piso de la bañera –lejos de donde los otros plomeros querían picar.

 

Esto ilustra muy bien lo que a veces sucede con tu cuerpo: te duele la rodilla, y muchos expertos ven el problema en la rodilla y tratan de aliviarlo dentro o muy cerca de ella.

Pero la ciencia demuestra que la mayoría de los problemas de rodilla empiezan en las articulaciones de arriba o de abajo… ¡y esto no sucede solo en la rodilla, sucede en todo el cuerpo!

 

Gray Cook y Michael Boyle, dos de los expertos más influyentes en la medicina moderna de rehabilitación y el deporte, describen esta influencia de una articulación en la otra de una manera que facilita enormemente su comprensión.

La idea es realmente simple: si tu cuerpo es una “cadena de articulaciones”, todas estas necesitan un diferente grado de estabilidad y flexibilidad para que la maquinaria pueda funcionar de manera efectiva.

 

Y en el caso de nuestro cuerpo, esta relación de “estable vs. movible” se alterna de una a otra:

1) Tobillos: movimiento (sobre todo en el plano sagital, o hacia adelante y hacia atrás)

2) Rodilla: estabilidad

3) Cadera: movilidad (en todos los planos de movimiento)

4) Espina Lumbar: estabilidad

5) Espina Torácica: movilidad (con énfasis en el plano sagital)

6) Escápulas: estabilidad

7) Gleno-humeral (donde el húmero conecta con la escápula): movilidad (en todos los planos de movimiento)

 

¿A qué se deben estas necesidades?

Cuando las partes más flexibles de nuestro cuerpo pierden su rango de movimiento, aquellas que no están diseñadas para promover el movimiento estarán tomando ese papel, y perdiendo su capacidad de estabilizar a las estructuras que más lo necesitan.

Las columnas de un puente reciben el peso –y no deberían moverse mucho. Los cables del puente ayudan con su tensión, a recibir los movimientos del viento y absorber esa fuerza para que las columnas no sufran. Si las columnas se empiezan a mover demasiado, eventualmente se rompen. Si los cables son demasiado duros y no permiten el movimiento, se rompen…

 

Ejemplo 1: La relación de tus pies y tus rodillas

Nuestras rodillas reciben mucha compresión del resto del cuerpo al caminar, pero su función primordial es ayudarnos a propulsar el cuerpo hacia adelante. La tarea de nuestros pies y tobillos es adaptarse al terreno y ayudar a las rodillas en su trabajo, de forma que ellas puedan “dirigir” el peso hacia abajo en un ángulo que sea seguro.

Pero si los pies no se adaptan correctamente al terreno por falta de movilidad, las rodillas eventualmente tendrán que moverse de una forma para la que no están diseñadas, perdiendo en el proceso la estabilidad que necesitan para transferir el peso del cuerpo hacia el piso.

 

Ejemplo 2: La relación de tus caderas y tu espalda

Hay tanta gente con dolor de espalda que podríamos llamarlo una epidemia. Y aunque hay muchas razones posibles para el dolor, una muy típica es la falta de estabilidad de la espalda que puede venir por falta de movimiento en las caderas.

Si la espalda baja duele porque está perdiendo su estabilidad, es importante observar a la coyuntura de abajo y la de arriba para asegurarnos que tengan suficiente movilidad.

 

Es importante mencionar que la capacidad de mover a una articulación no significa solamente hacerla flexible, sino fortalecer músculos que ayuden a generar el movimiento.

 

En el caso de la espalda baja, fortalecer los glúteos es una de las indicaciones para la mayoría de los casos. La razón es simple: si tus glúteos están inhibidos por tanto sentarte, la espalda baja estará tratando de mover a tus caderas, en vez de hacer su trabajo de mantener a la columna lumbar estable.

Esto último puede a veces complicar el proceso terapéutico. A veces una coyuntura puede necesitar mayor movimiento, lo que implicaría mayor flexibilidad, pero al mismo tiempo necesitan más fuerza para poder mover a los huesos apropiados sin ayuda de las coyunturas de debajo o de arriba.

 

Y es por eso que una buena práctica terapéutica de yoga te ayuda a trabajar con cada coyuntura de manera específica, al mismo tiempo que ejercita al resto del cuerpo de una forma integrada y funcional.

 

Con cariño,

 

Mijael