Golden Balls (“Pelotas Doradas”) fue uno de los juegos más populares de la BBC desde el 2007 al 2009.
Y aunque era un juego “típico” de T.V., uno de sus episodios ilustra de una forma espectacular una moraleja importante acerca del comportamiento humano.
Los participantes del juego ganan dinero, pierden dinero, se sacan los unos a los otros, se traicionan unos a otros… típico show de TV moderna.
Pero en los últimos 5 minutos del programa… hay una gran batalla que eriza los pelos y pone a la gente a gritar al televisor.
Los últimos dos participantes tienen que tomar una decisión que no solo determinará el final del juego… determinará quienes son en esencia como seres humanos.
Hay una cantidad grande de dinero que los dos participantes quieren llevar a casa.
Cada participante debe escoger entre una pelota que dice “dividir”, o una que dice “robar”. Estas son las tres opciones:
- Si ambos escogen “robar”, los dos se van sin nada.
- Si ambos escogen “dividir”, vada uno se lleva la mitad del premio.
- Si uno escoge robar, y el otro dividir… el que escogió robar, se lleva todo!
En esos últimos cinco minutos, los participantes tratan de convencer el uno al otro de que van a escoger “dividir”. Y el suspenso es grande, porque nadie sabe qué van a hacer realmente.
Nada explica mejor el suspenso de ese momento que este video:
Como puedes ver, la mujer no puede ni siquiera ver a su contrincante a la cara.
Pero antes de que pierdas por completo tu fé en la humanidad, considera la forma en que la mujer explicó por qué decidió robar: no quería que la traicionaran nuevamente.
Pero algo todavía más curioso sucedió en el episodio que re-definió por completo el juego, y es el video más popular que este juego ha tenido.
Este video salta al momento crucial de la conversación:
Como puedes ver, Nick le da una salida elegante a Ibrahim: si Ibrahim agarra dividir (split), no queda mal ante nadie, porque era la única manera en que tenía la posibilidad de llevarse algo.
Nick entendió algo crucial de la psicología humana: nadie quiere que se aprovechen de él o ella. Mucho menos en público.
En una entrevista a Ibrahim, él confiesa que si Nick no hubiese dicho lo que dijo, Ibrahim hubiese robado. La historia de su padre… era mentira, él nunca conoció a su padre!
El miedo de ser un «pendejo» y dejar que otro te gane o te avergüence es más fuerte que el incentivo para no comportarte como un patán, o el riesgo de que nadie gane. Para Ibrahim, y para la mayoría de nosotros.
La pregunta es… quieres ser la persona que «robó» -y luego no puede ver al otro en la cara?
Podrías disfrutar del mismo modo el dinero si decides robar y dejar a otro sin dinero?
Vale la pena ganar, a costa del otro, y de nuestra propia opinión acerca de quienes somos?
Qué opinas? Qué harías?
Ponlo abajo!