Matthew Sanford perdió uso de su cuerpo desde el pecho para abajo a los 13 años, en un accidente de automóvil.

Pero hace cerca de 25 años empezó a practicar Yoga, y su práctica le permitió recuperar su conexión con su cuerpo con una profundidad hasta entonces no explorada.

En su libro, comparte como esta conexión no le permite caminar, pero le permite sentir hoy en día energía que antes no podría haber imaginado existía. Le permite entender cosas sutiles acerca de la conexión cuerpo-mente que no todos podemos acceder, y que enriquecen enormemente a sus estudiantes de Yoga.

Pero detrás de esta capacidad hay también una enseñanza importantísima acerca de la práctica de Yoga, que divido en dos puntos:

Los grandes practicantes no son necesariamente buenos maestros

Esto es fácil de confundir. Michael Jordan, Tiger Woods y Michael Phelps podrán ser atletas sin comparación.

Pero eso no significa que puedan transmitir lo que saben. A veces, incluso, el haber nacido con cierta destreza, o haber aprendido elementos de su arte de un modo muy personal, podrían dificultar su capacidad de ver cómo ayudar a gente distinta a ellos.

Esto es algo que encuentro frecuentemente en el profesorado: la gente más flexible, fuerte o balanceada, muchas veces no tiene idea de cómo logran hacer las cosas que hacen. Y esto les dificulta un mundo el ayudar a gente que no tiene el mismo cuerpo.

El Yoga no es performance

Un buen profesor de Yoga fomenta un espacio en donde todo el mundo se siente bien en su cuerpo.

En mi opinión, esto a veces implica hacer una versión de la postura “menos flexible” para que los alumnos puedan modelar con un ejemplo que es más aproximado a lo que su cuerpo puede hacer.

Algunos se preguntarán… Pero entonces, cómo podemos motivar a un estudiante a lograr el máximo potencial de cada postura?

Esta es precisamente la trampa.

Primero, porque los más flexibles usualmente estarán buscando hacer más –y siempre podremos darles instrucciones de cómo hacer la postura más desafiante.

Segundo, porque el máximo potencial de la postura no está en ninguna forma física. El potencial de la postura está en la capacidad del estudiante de sentir lo que sucede, y encontrar el balance perfecto en cada momento, entre esfuerzo y calma.

Si solo sabes profundizar en una postura haciéndola más difícil o intensa, entonces te perderás del verdadero potencial del Yoga.

Para acceder al potencial más profundo del Yoga, se requiere estar presente a cada sensación y pensamiento, y a veces ir más lento y suave para acceder a las sensaciones más sutiles de energía.

Para esto el profesor no necesita mucha flexibilidad o fuerza.

Pero sí requiere de práctica, sobre todo, de práctica consciente.

Qué opinas?

Ponlo abajo por favor 🙂

 

Mijael