Quiero ser claro: no quiero decir que los chakras no existen.

Los Chakras
No puedo estar seguro, porque nadie ha podido “medir” a estos centros energéticos en el cuerpo. El que la ciencia no los haya encontrado no quiere decir que no existen…
Pero todo esto tiene ciertas implicaciones que quiero explorar contigo.
Primero que nada: No existe es una teoría unificada y universal de los chakras.
No hay consenso de qué son, donde están, cuántos son, cuáles son sus colores, su significado, o cómo “balancearlos” (si es que tal cosa es posible).
Seguramente encontrarás “expertos” que han escrito libros, dictado charlas, y que aparentan haber estado presentes cuando los chakras se inventaron, diciendo que saben con seguridad todas estas cosas.
Pero lo cierto es que muchos de estos expertos se contradicen en muchos de los detalles acerca de los chakras…
Por ejemplo, algunos sistemas tienen 7, 9 o 13 chakras (a eveces más!). Algunos dicen que el tercer ojo es azul, otros que es morado, otros que es dorado. Unos dicen que el chakra de la raíz está en el perineo, otros en el ano, y las discrepancias siguen creciendo en la medida que los autores añaden detalles a sus teorías…
Qué dicen las escrituras?
La mayoría de las menciones del Sistema sutil viene de los Upanishads (textos yógicos muy antiguos). Usualmente mencionan:
– siete chakras
– sus nombres
– dónde se ubican en el cuerpo (aunque no todos los textos concuerdan en este punto)
– su sonido “bija” o raíz
– el número de pétalos que cada uno tiene.
Y los colores de cada chakra?
Hm.
Empezaron a aparecer en la literatura occidental hace no tanto tiempo. La idea de que hay una relación entre cada chakra y piedras pereciosas, colores, afirmaciones, o partes del cuerpo, esto no viene de ningún texto antiguo, de ningún yogi antiguo famoso.
La relación entre posturas y cada chakra… cada quien lo siente distinto, así que siéntete libre de explorarlo en tu propio cuerpo, pues no hay nada “definitivo”…
Quién está diciendola verdad?
Textos antiguos o no, creo que si no hay manera de medirlos, aunque sea la experiencia de los chakras debería ser aunque sea “más o menos” universal.
Lo que quiero decir es lo siguiente: los expertos quienes dicen ver y sentir los chakras deberían tener mucho más en común en sus experiencias.
Si los chakras existen y tienen colores, formas, números y otras cualidades específicas, entonces
¿Por qué hay tanto desacuerdo entre aquellos que hablan de los chakras con tanta autoridad?
Consider alas siguientes opciones:
- Nadie sabe los detalles, y nuestra mente “llena los vacíos” de nuestro conocimiento acerca de ellos. Quizás nadie está en lo correcto, pues estamos todos inventando.
- Solo algunos conocen y entienden la realidad de los chakras de forma “correcta”. El resto de la gente… está equivocada.
- Los chakras no existen, y todos tenemos un caso de ilusión masiva y efectos placebo.
¿Importa?
Esta es la pregunta más importante, creo yo, con respecto al tema de los chakras. Yo uso el concepto y modelo de los chakras porque me sirve a mí, y creo sirve a mis alumnos y clientes.
Son una forma excelente de describir nuestras necesidades, y de atarlas a una sensación y lugar físico, lo que hace mucho más fácil accederlas de una forma tangible.
Para mí, es totalmente irrelevante si realmente estás “limpiando” un chakra, o si simplemente tienes un efecto placebo que te está ayudando a obtener más balance en tu vida.
Lo que me importa es que te funcione, no que sea “correcto” bajo un estándar ajeno.
Y en mi experiencia, el color que le asignes no necesariamente determina si los chakras funcionarán para ti. Lo que sí he visto hace una diferencia es cuánto crees en lo que estás haciendo, tanto como facilitador (profesor/sanador) y como recipiente (estudiante/cliente/paciente).
¿Qué falta?
Creo que falta un poco de humildad en la forma que compartimos las teorías de nuestro “cuerpo sutil”.
Solo porque te hayan enseñado un sistema que funciona para ti y tus alumnos, no hace al sistema una verdad universal y absoluta. Solo porque puedas ver los chakras de una forma, no significa que otra persona tenga que verlos de igual manera (y en efecto es probable que los vean y sientan de forma distinta y totalmente válida!).
Así que sugiero que enseñes los chakras en la forma en que los ves, y no en la forma “que son”. Trata a los chakras con el respeto que merecen, permitiéndoles ser reales en los términos relativos en los que se muestran a cada uno de nosotros.
De ese modo, incluso si los chakras terminan siendo un mito, seguirán siendo uno útil y verdaderamente valioso.
Simplemente genial y coherente.
Muchas gracias! Abrazo
yo si creo en la existencia de los chakras. Estaba en londres en casa de mi hija, pasando una depresion con su respectiva dosis de pastilleo de cojones. Un dia me levante des pues de una noche llena de pesadillas absurdas, de muy mal gusto, sintiendome tan mal, que mi unico pensamiento positivo, me conducia al suicidio.Despues de ver la cara de felicidad de mis nietos, decidi de golpe dejarme las pastillas antidepresivas, de relajacion etc y cantar y hablar de salir de la situacion tan desesperada en la que estaba. Siguiendo alguno de los consejos del libro….El libro de los chakras de liz simpson, iba descubriendo que mi dolor de garganta iba disminuyendo, poco a poco me estaba convirtiendo en mas positivo e incluso me estabamas aproximando a la edad de mis nietos, que a la mia propia, visualize el estar y sentirme bien y asi estoy, tengo el convencimiento que poseo el chakra de la garganta como un amuleto que me proteje y me da la suficiente energia para seguir caminando. un abrazo
Gracias por compartir Juan.
Aunque creo que está perfectamente bien que tengas tus creencias (todos las tenemos), quiero separar creencias de evidencia.
Tu experiencia no demuestra la existencia del chakra de la garganta… Tampoco la invalida. Cantar y hablar de lo que te sucedía, aunado con la creencia de que lo que hacías era lo que necesitabas, podría estar relacionado o no con el chakra de la garganta. Si una persona en una situación similar hubiese leído un libro que decía que era el chakra del corazón el que estaba generando el cambio, entonces quizás esa sería la experiencia que tuviese.
Reitero: mi escepticismo no niega tu experiencia, ni tampoco dice que la clave no era el chakra de la garganta. Mi actitud científica me dice que esta experiencia podría ser explicada de muchas formas, y que el que a mucha gente le suceda, cuando hay tanta sugestión por delante (en tu caso el libro que leías), que no nos sirve como evidencia para determinar la razón de tu mejoría.
Me contenta de todos modos que sea lo que sea, te haya funcionado 🙂
Abrazo!
Me parece un ensayo sensato y positivo. Si existen o no, lo que verdaderamente importa es los resultados que consigue cada uno, así sea desde un efecto placebo. Y hace muy bien en recomendar el hacer énfasis en lo que es para cada uno y que no se pretenda enseñar «verdades» universales sobre creencias o supersticiones.
Muchas gracias Augusto. Es un placer sentir que quizás no estoy tan loco 😉
Un abrazo!
El sistema de los chakras, a su vez, forma parte de un sistema mayor cuya existencia es igualmente difícil o imposible de probar, pero que supuestamente (o realmente) algunos yoguis pueden comprobar parcialmente, no por sí mismo sino por sus efectos. Otras partes del sistema mayor son: kundalini (que al subir pasa por los chakras), el tercer ojo (que queda supuestamente en y entre los 2 últimos chakras de arriba, pero que incluye otros elementos como el nervio óptico, etc.), los nadis (que serían más o menos el equivalente etérico del sistema nervioso), el cuerpo etérico, al que ya me he referido, y su relación con otros cuerpos sutiles, como los cuerpos astral y mental, el cordón de plata (que une el cuerpo físico con cuerpos sutiles), etc., etc. El sistema amplio, compuesto todo por elementos sutiles, o difíciles o imposibles de probar, tiene varios propósitos, entre los cuales destaca la explicación no científica, pero sí detallada, de los pasos y componentes que llevan a la iluminación. Lo que sí es, o debe ser, un hecho para los practicantes de yoga es la posibilidad del resultado final, el samadhi, con o sin el sistema amplio y los elementos que lo integran, porque si no existe el fin último que es la iluminación (samadhi), entonces deja de tener un propósito final la práctica del yoga.