Muchas personas coinciden en que el Yoga y la política no deberían mezclarse.
Después de todo, el Yoga se trata de un proceso de iluminación individual, no sobre el poder del mercado libre, o la necesidad de leyes reguladoras, o del valor de la inmigración…
Pese a que ésta lección en particular podría aplicarse en cualquier momento político, éste año es único en muchos aspectos, y muchos estamos sorprendidos con lo que está sucediendo en los Estados Unidos políticamente.
¿Cómo nos puede ayudar la filosofía Yógica?
Empecemos con cómo los Yoguis de la antigüedad estaban preocupados por determinar la “verdadera fuente del conocimiento” – o cómo nuestra mente «reconoce» a la realidad.
La epistemología, o el entender cuál es la verdadera fuente del conocimiento, ha sido un tema de importante debate para los filósofos de la India por más de 2000 años. Si has estudiado los Yoga Sutras de Patanjali, recordarás algo sobre la “percepción correcta”.
Patanjali menciona, en su libro, tres formas de conocimiento correcto: percepción directa, inferencia y testimonio o revelación.
De éstos tres, la percepción directa, o atestiguar algo uno mismo, es más o menos irrelevante en lo que la campaña política respecta.
No podemos ver a los candidatos en su rol de presidente, ni tampoco comprobar personalmente los datos (o falta de éstos) que utilizan en sus discursos y anuncios publicitarios.
La inferencia, es lo que muchas personas inteligentes tienden a utilizar para determinar el candidato más adecuado. Por ejemplo, si un candidato actuase bien en cierto cargo político, entonces inferimos que también estará bien preparado para actuar como presidente. Pero por supuesto, ser presidente de los Estados Unidos de América (o quizás de cualquier país) no es realmente comparable a ningún otro trabajo del mundo.

La inferencia no es siempre acertada…
Otro ejemplo: si el candidato miente sobre algo, entonces cuestionaremos la validez de todo lo que haga de aquí en más. Si suelen cambiar de opinión, entonces podríamos asumir que sólo están diciendo lo que la gente quiere escuchar en ese momento.
Pero nuestras inferencias muchas veces están equivocadas, sobretodo cuando se trata de decisiones de un alto contenido emocional. Y es así como a algunos candidatos les perdonamos todo tipo de defectos, mientras que a otros los crucificamos rápidamente.
Pese a que Patanjali quizás se refería a que la inferencia de un ser humano iluminado fuese la verdadera, la mayoría de nosotros no estamos iluminados… y por lo tanto debemos confesar que contamos con cierto nivel de subjetividad al evaluar un candidato.
El Testimonio es la tercera opción. Patanjali usa el término Sánscrito de “āgamāḥ”,y a pesar de que los académicos difieren en cómo traducir acertadamente el término, significa testimonio de una fuente fiable, entendiéndose el mismo como el que viene de escrituras sagradas o de una persona altamente confiable.
Una vez más, debemos admitir las grandes fallas de éste recurso de conocimiento para ayudarnos a determinar a dónde ir. Estamos siendo bombardeados por anuncios basados en medias verdades, fragmentos fuera de contexto, opiniones contrastantes de expertos…
Es tan increíblemente difícil comenzar a entender quien es una fuente confiable. La mayoría de la gente tiene su propia percepción sesgada por sus creencias.
Pero por lo menos tenemos la capacidad de buscar, más que nunca antes, la información detrás de lo que las campañas tratan de vender como hechos. El poder del Internet, junto con las organizaciones como politifact y FactCheck.org le dan a los votantes el poder para distinguir la verdad de la ficción.
En Latinoamérica, hay un movimiento creciente de verificación de hechos, y acá hay un excelente artículo que menciona algunas de estas organizaciones.
Ver claramente, es quizás una de las intenciones más importantes de la práctica del Yoga. Mientras Patanjali estaba más preocupado por discernir entre nuestras mentes, su contenido y nuestro verdadero ser o esencia, quizás sea igual de importante el ver las cosas como realmente son en todos los aspectos de nuestra vida.
El proceso de distinguir cuál es la mejor forma de alimentarnos, vestirnos y votar parece ser abrumador. Estamos siendo constantemente bombardeados con información conflictiva.
Pero podemos por lo menos comenzar por cuestionar nuestra capacidad para ver las cosas claramente usando la inferencia, y cuestionar la subjetividad detrás de las personas que nos presentan la información. El estar al tanto de las fallas que puede tener el proceso de reunir información, puede ayudarnos a ser más cuidadosos al creer las cosas que vemos y oímos.
Podemos luego recurrir a las fuentes más neutrales y experimentadas como forma de estar informados desde todas las perspectivas, y de personas que tengan el buscar la verdad como objetivo principal.
La meditación, como diría Patanjali, también nos podría ayudar en impulsar y profundizar el proceso de claridad, al ayudarnos a distinguir lo real de lo irreal.
¿Que opinas tú? ,
Escríbelo abajo en los comentarios.
Estoy totalmente de acuerdo con todo lo que has dicho en el artículo, Mijael! Me parece que todos debemos participar en este proceso electoral ya que habrán futuros muy distintos dependiendo de quién llegue a la presidencia.
Mi ética me pide que no vote por el «lesser of two evils,» así que sigo apoyando a Bernie Sanders. Si llegase el caso que Bernie no llega a estar en el ballot entonces me iría por Jill Stein ya que tiene las mismas propuestas para (en mi opinión) un mundo mejor que Bernie tiene.
Entiendo tu posición George. Es una decisión muy difícil, porque el idealismo y el pragmatismo no siempre se dan la mano 🙂
Gracias por compartir!
#StillSanders 🙂