
Llegó la época de fiestas familiares, de amigos y del trabajo.
Y para la mayoría de la gente, eso implica beber algún tipo de alcohol, así sea “para no desentonar”.
Independientemente de si disfrutas o no del trago, las consecuencias para tu sueño no son tan obvias.
Porque la mayoría de la gente nota que cae dormida más fácilmente las noches que toma.
Pero el alcohol es terrible para la calidad de tu sueño, incluso si tienes la sensación de haber dormido como un campeón.
El problema principal: el alcohol interrumpe el sueño R.E.M. (que es ciclo del sueño donde tus ojos se mueven rápidamente, y sueles soñar). El efecto es un sueño menos restaurador, sobre todo para tu mente.
Y las consecuencias… son considerablemente peores de lo que parecen.
La falta de sueño afecta nuestra concentración y nuestro humor. Afecta nuestra memoria, y nuestro tiempo de respuesta (de hecho, ¡manejar cansado puede ser peor que manejar tomado!).
La falta de sueño aumenta el riesgo de diabetes, Alzheimer, y enfermedades del corazón.
A esto se le suma cuánta energía necesitamos para funcionar, para sanar, para rendir en el trabajo o la casa…
Y por eso hay que preguntarse… esa copa, vale tomarla si tiene tantos efectos negativos…¿?
Si deseas bajarle al alcohol y no sentirte excluido, busca una bebida sin azúcar o edulcorantes: agua. Si te preguntan puedes decir que el alcohol te cae mal en la noche.
No estarás mintiendo… y podrás disfrutar mucho más del resto de tu vida.
Esto no quiere decir que no vas a tomar más nunca de noche… solo que estarás guardándolo para ocasiones realmente especiales.
Con cariño,
Mijael