Cuando alguien me dice “este libro te va a cambiar la vida”, debo reconocer que mi cínico interior tiene una fiesta.
Porque aunque muchos libros han tenido gran influencia en mi modo de pensar, son pocos los que cambian mi forma de actuar, o de vivir.
La mayoría de los libros que he consumido en mi vida han tenido un impacto pasajero.
Pero hay un libro que es la excepción…
El título tiene una promesa que no pretendo lograr: amar todo en mi vida, tal cual y como se presenta.
Pero incluso si no logras amar aquellas cosas con las que no estás satisfech@ en tu vida, sí puedes lograr cambiar dramáticamente tu perspectiva.
Es un libro que se utiliza en muchas consultas de terapia cognitivo-conductual, y que uso en mis sesiones de coaching por su practicidad.
Por qué es tan popular? Porque ofrece una estrategia simple, e increíblemente efectiva para cuestionar tus pensamientos, y para encontrar una alternativa.
Primer paso: entender un par de «verdades espirituales».
Quizás la premisa más importante del libro, no es exactamente novedosa: no sufrimos no por lo que nos sucede, sino por lo que hace nuestra mente con lo que nos sucede.
Esto implica que las cosas que suceden, «la realidad», es neutra. Ni es buena, ni es mala. Simplemente «es». Nuestros pensamientos y juicios hacen a esa realidad deseable o no deseable… y nosotros podemos cambiar nuestros pensamientos al respecto.
Esto podría parecer muy radical, porque en efecto hay tragedias que pueden ocasionar un daño psicológico terrible. Pero cuando nuestra mente se resiste a la realidad, esto no nos hace más felices.
No tenemos que aprobar de lo que otros hacen. Tampoco tenemos que permitir que otros nos hagan daño.
Pero cuando la gente es como es, o hace lo que hace, si no podemos cambiar a la gente, y no podemos cambiar como actúan, entonces combatir mentalmente a «lo que es» solo trae sufrimiento.
Esto me lleva a la segunda premisa: sólo puedes cambiarte a ti mismo.
Puedes intentar cambiar o influenciar a otros. Pero al fin y al cabo, este no es tu asunto. Tu asunto es lo que tú puedes pensar y hacer -porque no tienes el poder de hacer que otro piense o actúe distinto.
Segundo paso: juzga a tu vecino
El libro viene con una hoja que puedes imprimir cuantas veces desees. Las preguntas tienen que ver alguna situación, típicamente que viene de algún problema que tienes con alguien en tu vida.
La idea es llenar la hoja sin censura, con las cosas como salen desde lo más profundo de tu ser. Esta parte es importante, porque muchas veces tratamos de maquillar nuestros sentimientos, pues en crudo pueden parecer bastante amargos, o agresivos, o desesperados.
Pero si podemos sincerarnos con lo que sentimos, el próximo paso es mucho más efectivo.
Tercer paso: haz el trabajo
Con cada una de las oraciones que escribiste en la hoja de juzgar a tu vecino, haces 4 preguntas.
Cada pregunta tiene una razón de ser, y es importante usar el proceso tal cual y lo ofrece la autora. Esas cuatro preguntas ayudan primero a distinguir entre la verdad y nuestra historia de la verdad.
Luego, nos ayudan a hacernos muy presentes al efecto que tienen estas preguntas en nuestra vida.
Por último, encontramos una alternativa, usualmente el contrario de la frase que usamos.
Parece imposible, pero hay momentos de verdadera magia, cuando nos damos cuenta que muchas veces el opuesto de nuestra historia es tan factible como lo que pensábamos en un principio… y probablemente nos da más poder y tranquilidad.
Simple no quiere decir fácil.
No recomiendo hacer «El Trabajo» (como llama Byron Katie a su proceso), por tu propia cuenta, sin antes haberlo hecho con ayuda.
Es común preferir tener la razón a querer ser feliz… es la naturaleza del ego.
Por eso, si deseas hacer este tipo de trabajo profundo, te recomiendo hacerlo con un terapeuta, o un coach.
O puedes aprender un montón haciéndolo en un grupo… esto es una de las sesiones del curso de Evolución espiritual… más información abajo.
Con cariño,
Mijael