Hillary Clinton ha estado promoviendo su nuevo libro, y en su entrevista con CNN, le explicó a Anderson Cooper cómo hacer Nadi Shodhana, o respiración de fosas nasales alternadas.

El problema no es sólo que la explicación de Hillary de cómo hacer la respiración es un tanto «limitada».

En su libro, Hillary dice:

«La forma en que me lo explicaron, esto permite que el oxígeno active ambos el lado derecho del cerebro -que es la fuente de creatividad e imaginación – y el lado izquierdo- que controla la razón y la lógica».

Este es el tipo de comentarios que hacen que doctores se burlen de los yogis.

No es hipotético. Este artículo del Dr. James Hamblin hace justamente eso.

El doctor corrige a Hillary: el aire entra en los pulmones, de allí el oxígeno entra en la sangre que eventualmente llega a ambos lados del cerebro sin distinguir el uno del otro. 

Esa corrección no es solo cierta… hace que Hillary (y los yogis a los que escucha) suenen bastante estúpidos -como si los yogis pensaran que el aire va directo al cerebro. 

El Dr. Hamblin no termina allí.

Asevera, sin saber nada acerca de esta técnica de respiración y sus mecanismos, que esta respiración funciona solamente por su efecto placebo. 

O sea, el error de Hillary hace que este doctor salte a la conclusión de que el yoga solo funciona porque nos da una sensación de tener control sobre nuestra vida.

Para el Dr. Hamblin, la práctica de respiración de fosas nasales alternadas es tan útil como saltar en un pie con una mano en la oreja opuesta, sacando la lengua mientras gritamos «goooooool».

Lo único que necesitamos es convencernos de que funciona…

Nada de esto es culpa de la candidata presidencial: ella aprendió lo que dijo de su profesor(a) de yoga, quien con las mejores intenciones, compartió lo que seguramente alguien le enseñó en algún profesorado o taller.

Pero si los profesores de Yoga continuamos explicando estas prácticas milenarias con este tipo de ligereza, el establecimiento médico y científico perderá interés en aprender a usar estas prácticas, porque las considerará ridículas.

Lo que dice la ciencia de esta respiración 

CNN menciona en su artículo de la entrevista con Clinton, algunos estudios que se han hecho acerca de Nadi Sodhana

El Dr. Hamblin los menciona también, pero los pone entre «comillas» porque muchos de ellos involucran muestras pequeñas (veinte y pico de personas solamente), o algunos fueron publicadas en diarios como el «International Journal of Yoga».

Pero hay un problema con sus críticas. Este estudio incluía a 60 individuos, este a 90. Este fue publicado en el «Journal of Physical Education and Sports Management». Este fue publicado en Applied Psychophysiol Biofeedback.

Y aunque un estudio publicado en un diario dedicado al Yoga podría tener sus propios sesgos, creo que vale la pena evaluar al estudio en sus méritos, tomando en cuenta su metodología.

No descartamos estudios ortopédicos si están publicados en un diario de ortopedia, cierto?

Es cierto, algunos de estos estudios son preliminares, y la ciencia está recién empezando a estudiar estas técnicas -pero la evidencia hasta ahora es bastante prometedora.

Por ejemplo:

  1. Este estudio mostró diferencias en cómo la presión arterial cambia dependiendo de cuál fosa nasal se usaba para inhalar y cuál se usaba para exhalar.
  2. Este estudio mostró posibles mejoras en habilidades verbales cuando la fosa nasal derecha fue dominante, y mejores habilidades espaciales cuando la izquierda fue dominante. 
  3. Este estudio mostró mejoras en la presión arterial y en el ritmo cardíaco base, después de 6 semanas de práctica de esta respiración. Este estudio mostró lo mismo luego de 10 semanas.
  4. Aunque con pocas personas, este estudio mostró diferencias importantes entre respirar con una fosa nasal vs. otra.

Es cierto, el oxígeno se mezcla en los pulmones, y llega al cerebro de forma indistinta. 

Pero según la evidencia, vale la pena seguir investigando para entender por qué siguen apareciendo estos efectos interesantes en nuestro cuerpo.

No es necesario explicarlo en términos científicos, si todavía no entendemos bien el mecanismo de cómo se logra. De ese modo, los profesores de Yoga evitamos que los doctores se burlen de estas prácticas.

Y de ese modo, ayudamos a fomentar el estudio científico del Yoga, que tanto tiene para ofrecernos… mucho más allá del efecto placebo 🙂

Con cariño,

Mijael