Probablemente hayas escuchado la frase “estudia para que seas alguien en la vida” o “estudia para que puedas conseguir el trabajo de tus sueños”.
Esas son creencias que han estado arraigadas en gran parte de la sociedad, pero no necesariamente significa que sean ciertas.
A algunas personas les ha funcionado esa fórmula, pero no a la mayoría. Para tener éxito o lograr las cosas que te has propuesto no solo necesitas el estudio.
De hecho, varios autores, gente de negocios, inversores y empresarios, al preguntarles qué es lo que les llevó a ocupar el puesto en el que hoy se encuentran, probablemente no mencionen los estudios académicos como lo principal, aunque sí sean importantes y haya que darles el puesto que se merecen.
El dinero tampoco es la razón por la cual grandes personas hoy en día son multimillonarias o se consideran a sí mismas exitosas.
Así que si tu excusa es que no eres rico de cuna, puedes empezar a deshacerte de ella porque un número bastante importante de la gente con increíbles fortunas y reconocimiento alrededor del mundo nacieron en hogares que no las poseían antes de que ellos trabajaran duro para amasarlas.

Si para ti el reconocimiento es parte importante del éxito, échale un vistazo a este artículo de Gananci que te dará las claves para obtenerlo.
Ahora, ya mencionamos que el estudio académico no es lo único que se necesita para tener éxito, puede que te preguntes…
¿Entonces cuál es la fórmula?
La buena noticia es que la fórmula te la daremos a continuación y quizá te sorprenda saber que es la misma para todo el mundo, la diferencia es la determinación, el esfuerzo, la perseverancia y la actitud que cada persona le aporte a esta.
La fórmula incluye tres ingredientes básicos e indispensables:
1.- Lo que saber: en este saber no nos referimos solamente a los conocimientos que puedas adquirir en la escuela o en la universidad, sino a todo el conjunto de conocimientos que tienes. Acá entran tus experiencias, lo que te enseñaron en casa, lo que aprendiste por ti mismo, los cursos que has hecho, los estudios que has realizado, las cosas que has practicado, etc.
Todo tu saber lo puedes usar a tu favor si te lo propones. Cuando sabes algo y simplemente no lo usas estás desperdiciando ese conocimiento.
Algunas personas creen que ser inteligente es saber mucho, pero la realidad es que una de las características de las personas inteligentes es que saben usar correctamente los pocos, medios o muchos conocimientos que tengan, haciéndolos relevantes. Si no, se trata solo de un conjunto de datos reposando en tu mente.
No tienes que esperar a saber más para atreverte a establecerte objetivos e ir por ellos. Con lo que sabes en este momento es excelente para comenzar. Luego -durante el camino- podrás seguir creciendo, lo importante es que no te centres en lo que careces, sino que uses esos conocimientos que ya tienes a la mano así sea solo como punto de partida.
2.- Lo que tienes: es normal escuchar a personas hablar acerca de lo que no tienen y le gustaría tener, pero en muchas ocasiones es mal visto cuando la gente habla orgullosamente acerca de lo que ya posee porque se toma como “presunción”.
Sin embargo, no tiene por qué ser así, cuando estamos conscientes de las cosas que tenemos y estamos agradecidas por ellas, seremos mucho más recursivos.
Si estás todo el tiempo quejándote por lo que te falta, estarás ignorando lo que sí tienes y que podría ser muy útil en el alcance de tus metas, aunque todavía no te hayas dado cuenta. Podrías pensar que lo que tienes no es mucho, pero podría ser suficiente para muchas cosas.
Esto no quiere decir que te conformes y lo que tienes ahora será suficiente por el resto de tu vida, sino que aprendas a usar lo que tienes en vez de esperar que te llegue algo mejor o eso “que te falta” para dar el siguiente paso, lo que necesitas es eso que ya tienes.
Lo que tienes no solo son las cosas materiales, también tienes salud, tienes fortaleza, tienes constancia, disciplina, entre muchas otras cualidades que son determinantes ¡Úsalas!
3.- A quién conoces: por último, pero no menos importante en nuestra fórmula para el éxito están las personas a las que ya conoces (y posteriormente puedas conocer). Las relaciones interpersonales influyen mucho en el éxito, por eso es que debes cultivarlas y no menospreciar a nadie ya que en muchos casos, las personas que tú menos crees son las que pueden ayudarte.
Entre las razones por las cuales los contactos son indispensables es porque para mucha gente es más importante la confianza que la meritocracia, por ello buscan personas en quienes puedan confiar, sobre aquellas que están más preparadas, pero si tú reúnes esas dos características tienes prácticamente garantizado el ascenso a la cima.
Si no eres demasiado extrovertido o no te consideras muy sociable, comienza a trabajar en esa cualidad desde hoy.
A todo esto súmale un cambio de pensamiento, si adoptas los pensamientos de las personas que ya son exitosas, es más probable que tú puedas entrar en esa categoría también.
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