Los corticosteroides

A veces les dicen inyecciones de cortisona. Los más comunes son Metilprednisolona, dexamethasone y prednisolona, y hay decenas de medicamentos compuestos de estas hormonas sintéticas.

Aunque el alivio que puedes sentir con este tipo de inyecciones es prácticamente inmediato y eficaz, dura por muy poco tiempo. Esto no es todo. Estos medicamentos pueden ser peligrosos.

 

 

Una lista corta de los posibles efectos secundarios:

     

    • riesgo de infección
    • riesgo de dañar nervios al aplicarla
    • ritmo cardíaco rápido (taquicardia)
    • irritación del estómago, indigestión
    • náusea
    • insomnio
    • un sabor metálico en la boca
    • cristalización de la cortisona, produciendo más dolor

Por si esto fuera poco, hay más razones para evitar esta opción.

Las inyecciones de corticosteroides debilitan a los tejidos, y les dificultan el proceso de sanar.

Un estudio (Brooke K Coombes, 2010) que revisaba la literatura médica para conocer la efectividad de estos medicamentos dio un resultado un tanto alarmante: después de 6 y 12 meses, la mayoría de los pacientes tratados con este tipo de inyecciones se había vuelto a lesionar en el mismo sitio.

Las inyecciones de cortisona no son solamente peligrosas: a la larga hacen a la situación peor.

Puedo entender que si te duele mucho la espalda y el doctor lo recomienda todavía decidas optar por esta intervención. Pero debes estar muy consciente del riesgo: es posible que en un año tengas el mismo dolor o peor, y simplemente hayas hecho el camino a tu recuperación más difícil.

Deseándote una vía efectiva y holística para aliviarte,

Mijael