Una de las alumnas que se graduaron de mi profesorado, llamémosla Marcela me dijo que antes de dedicarse a sus pasiones (el Yoga y el Teatro), tenía un trabajo administrativo con un excelente salario y seguridad laboral.

A pesar de manejar un carro nuevo, vivir en un apartamento muy cómodo, y suficiente para ahorrar e irse de vacaciones, su alma se estaba marchitando.

Ahora, me decía, a pesar de haber cambiado a un carro y apartamento mucho más pequeños y viejos, y de no siempre saber si tendrá suficiente para pagar la renta… es feliz. «No lo cambiaría por nada» me dijo con una sonrisa certera.

Eso siempre resonó conmigo. Había comprado hace mucho la idea de «haz lo que te gusta y no trabajarás un día en tu vida».

Pero luego escuché acerca de Les Swanson en una entrevista con Mike Rowe, el presentador del programa «Trabajos Sucios» del Discovery Channel.

La pasión que se inventa

Les era un psicólogo con muchos años de experiencia, cuando decidió cambiar a un trabajo que quizás te sorprenda: limpiar tanques sépticos.

¿Por qué habría de cambiar de trabajo a esa edad, y a un trabajo en donde el mal olor y la peor mugre que podamos imaginar eran parte de su día a día?

Primordialmente porque Swanson buscaba algo que le diera más dinero, y más libertad de tiempo. Además, irónicamente, Swanson estaba cansado «lidiar con la mierd@ de la gente» (sus palabras, no las mías).

Cuando Mike Rowe le preguntó acerca de ese cambio tan inusual de profesión de «pasión por  dinero», Swanson dijo que él no veía pasión del mismo modo.

Sí, limpiar tanques sépticos era simplemente una buena oportunidad comercial. Pero hacerlo a medias o sin ganas convertiría esa oportunidad en un desastre, porque para que cualquier empresa vaya bien, hay que hacerlo con pasión.

Su pasión no estaba limitada a una sola cosa. Su pasión era tan flexible como él quisiera que fuera, porque él traía su pasión a cualquier trabajo frente a él.

Esto es quizás algo que abre mucho las posibilidades, sobre todo a aquellos que consideran que no han encontrado su pasión, o que no trabajan en algo que les apasione.

Cuando sabes para qué viniste al mundo

 

Incluso Mike Rowe, quien ha sido testigo de este concepto en cientos de personas, considera que hay una excepción a esta perspectiva: hay personas que sienten que “vinieron al mundo a hacer algo”.

Personas que no se “encuentran” a sí mismas si no hacen alguna actividad en particular. Gente para quien el dinero, dónde y cómo viven no es tan importante como hacer lo que sienten vinieron a hacer en el mundo.

Parecido a la historia del escorpión y la rana… es como si no pudieran detenerse, y algo dentro de sí les impulsa a esa actividad para la que están «destinados».

Pero para todos los demás… es posible que en vez de enfocarnos tanto en lo que hacemos, si nos enfocamos en los siguientes elementos, podamos conseguir un nivel de satisfacción considerable con nuestro trabajo:

1) Por qué lo hacemos:

Ganar dinero para comprar cosas más caras no suele ser una estrategia que realmente nos haga felices.

Pero cuando conectamos con el impacto que puede tener nuestro trabajo (ya sea por lo que hacemos con el dinero para ayudar a otros, o por el efecto en sí del trabajo que hacemos), esto puede motivarnos mucho.

Por eso, a veces es suficiente con cambiar de actitud o perspectiva, en vez de trabajo.

2) Con quién lo hacemos:

Incluso trabajos bastante difíciles se hacen más llevaderos cuando los compartimos con personas con las que nos gusta estar.

Encontrando tu trabajo ideal

Algunas personas encuentran una confluencia perfecta entre pasión, habilidad y circunstancias). Estas personas han encontrado su «Sva Dharma» o «camino hacia sí mismos».

Pero ten cuidado de quienes te venden que la pasión por algo es un pre-requisito para encontrar un trabajo que te llene, porque las pasiones pueden a veces convertirse en calles sin salida.

Muchos trabajos que apasionan no necesariamente satisfacen aspiraciones de seguridad económica, y no todos valoramos del mismo modo la tranquilidad o comodidad que viene con cierto nivel de afluencia.

Además, a veces puedes encontrar un balance con trabajos que te remuneran bien, y oportunidades de hacer lo que más te gusta sin que el dinero se convierta en un obstáculo para disfrutarlo.

Y para quienes no tienen una «pasión» por algo: encontrar algo por lo que tienes curiosidad, y por lo que puedes desarrollar suficiente interés, curiosidad, y eventualmente amor, puede ser una receta más duradera y razonable.

Ahora te toca a ti, te leo abajo 🙂

Mijael