La historia que cuento en el video fue inicialmente contada en este libro. Luego, Wayne Dyer contó nuevamente la historia, y hoy en día se ha vuelto viral en la Internet.

La historia es más o menos así:
“En Sur-Africa, la tribu Babemba tiene una idea muy peculiar del “castigo”. Cuando alguien se comporta de una forma desconsiderada, esa persona es colocada en el centro de un círculo.

Las personas de la tribu dejan lo que hacían, y por dos días le recuerdan a quien se comportó de forma injusta o irresponsable, cada una de las cosas buenas que ha hecho desde que nació, con la mayor cantidad de detalle posible.

Luego de dos días, el círculo se rompe y la persona es bienvenida nuevamente a la tribu con una celebración.»

Es una bonita historia. Estuve buscando luego de leerla y compartirla en clase más información al respecto –pero no hay ninguna corroboración. Puede ser verdad, tanto como una linda historia ficticia –quizás nunca lo sabremos.

Pero ciertamente inspira.

No pretendo que sea práctico aplicar la misma estrategia en la sociedad en la que vivimos. Pero quizás en nuestro círculo más cercano –nuestra familia – podamos considerar la enseñanza.

Cuando nuestra familia inmediata o amigos íntimos hacen algo que nos molesta, nuestro impulso es el castigo. Y somos muy buenos castigando:

Manipulamos para que la persona se sienta culpable, le recordamos a la persona como nosotros los tratamos mejor de lo que ellos nos están tratando, les gritamos, los ignoramos…

Pero cuando hacemos eso, el ego está a cargo. Y aunque puede que logremos nuestro objetivo (lograr disculpas, sentirnos mejor porque “nos desquitamos”), no es necesariamente lo que más inspira al prójimo a comportarse de forma ejemplar.

Quizás el simple hecho de recordar que todos somos buenos en nuestra esencia, es un buen primer paso para lidiar con las transgresiones de otros.

Cómo segundo paso, sugiero recordar nuestras propias debilidades, porque nos baja del pedestal desde el cual regañamos al otro…

Estas cosas son muy difíciles de hacer cuando estamos molestos, pues la ira es uno de los alimentos favoritos del ego.

Has tenido algún momento en que hayas podido poner en práctica alguna estrategia similar a la de la tribu?

Házmelo saber en los comentarios abajo.
Con deseos de incrementar mi nobleza,
Mijael

Crédito de fotos: niño bravomuñeco positivo