El “Saludo al sol” (Surya Namaskar en sánscrito), es hoy en día una serie de movimientos que usualmente se utilizan como calentamiento al principio de una clase de Yoga.

Pero quizás te sorprenda saber de sus orígenes…

Los tributos al sol se hacen desde hace miles de años en la India, a través de cantos, ofrendas y postraciones. Este tipo de tributo era parte de las creencias mito-mágicas de la India. Le rezas al Dios Sol, y a cambio, él te bañará de bendiciones.

Pero hoy en día quizás muy pocos practicantes de Yoga consideran que están “rezándole al Dios Sol” mientras hacen esa secuencia de movimientos… y probablemente dejarían de practicarlo si se enseñara con este matiz religioso.

Cuando hablamos del saludo al sol moderno, nos referimos a algo que se siente más bien como darle la bienvenida al día, o una forma de calentar… y el origen exacto de esta práctica de posturas en su versión moderna no es del todo clara.

De hecho, hay múltiples versiones de este “saludo”, aunque dos de ellas son quizás las más conocidas, ambas fueron establecidas a principios del siglo XX:

La popularizada por el Raja de Aunth:

Aunque el Raja de Aunth popularizó esta serie de ejercicios al introducirlos como parte de la educación impartida en todas las escuelas de niños, él nunca dijo ser el inventor de dichos movimientos.

El Raja escribió un libro muy interesante (puedes leer una traducción al inglés acá), acerca de cómo practicar el saludo, y cómo modificó al «Saludo al Sol tradicional», del cual se sabe muy poco.

Posiblemente la serie existía hacía al menos decenas si no cientos de años, y es una de las más populares en estilos de Yoga más tradicionales:

  • La popularizada por Krishnamacharya: considerado como el “abuelo” de una gran parte de la práctica moderna de posturas de Yoga, Krishnamacharya nunca dio evidencias del origen específico de su versión de saludos al sol. Pero a pesar de ser una variación que no se había visto hasta que él la enseñó, gracias a la popularidad de sus alumnos, este saludo al sol es uno de los más practicados hoy en día (abajo en su versión “B”)

 

¿Pero por qué razón habría yo de tomar algo que tiene tanta tradición, y volverlo a cambiar?

Tengo dos razones primordiales:

 

1) Las Posturas no son Sagradas

La práctica de Yoga puede ser sagrada para sus practicantes, si lo hacen con devoción, y esta actitud y sentimiento en su corazón impulsa cada movimiento. Pero podrías hacer posturas distintas y tener el mismo efecto. En mi opinión, el poder del movimiento proviene de tu mente y corazón, no de cuántas personas hayan practicado las mismas posturas antes que tú.

No le veo sentido canonizar estas posturas como si vinieran de una revelación Divina que no se puede ni debe cambiar. Esta actitud no viene del Yoga en sí, sino de la forma de ver la práctica, y eso es muy personal. Yo simplemente no me subscribo a esa forma de ver al Yoga, aunque respeto a aquellos que así prefieren verlo.

Y aunque hay ciertos elementos muy útiles en la práctica de estas posturas en particular, creo que es oportuno cuestionar si son realmente ideales, sobre todo para un público occidental.

Esto me lleva al segundo punto.

 

2) Los Saludos al Sol no están diseñados para nosotros.

Los cuerpos modernos se sientan demasiado, usualmente frente a una computadora. Quizás la mayoría de los practicantes de Yoga empiezan a practicar posturas “desde cero”, con poca fuerza y flexibilidad.

Algunos de los problemas que encuentro con varias de las posturas, sobre todo en la forma en que son practicadas hoy en día:

  1. Refuerzan patrones de movimiento o posturas que nos hacen daño a largo plazo
  2. Colocan mucho estrés repetitivo en algunas áreas del cuerpo, para las cuales usualmente no tenemos debida fuerza muscular, flexibilidad, o incluso fuerza articular. Para aquellos que tienen esa fuerza, la serie funciona de maravilla. Los demás… corren peligro.
  3. Colocan demasiado riesgo en ciertas estructuras, que podría ser fácilmente mitigado con ciertas variaciones que además podrían proveer de mucha más utilidad.

¿Cuáles posturas aumentan el riesgo de forma innecesaria?

Si miras nuevamente las ilustraciones que coloqué arriba, por favor préstale atención a los pequeños círculos rojos. Aunque es una sobre-simplificación del tema, sirve como un aperitivo…

Te recomiendo leer ahora cómo reducir riesgos del Saludo al Sol, un artículo que explora con fotos y detalles cómo y por qué cambiar a las posturas de este ritual. 

Creo que esta es una buena forma de ilustrar por qué vale la pena cambiar ciertos elementos de una práctica muy antigua, y adaptarla a nuestra realidad.

Acá comparto mi propia versión del saludo al sol, en un video en donde lo explico con detalle.

Espero sea interesante y enriquecedor.

Con cariño,

Mijael