Hace un par de días estaba hablando con una persona que estaba a punto de graduarse en Producción Audiovisual, y me dice: “creo que voy a hacer un postgrado en Mercadeo”.

Al preguntarle a qué se debe esa decisión, me contestó: “Es que tú sabes, mi mamá me dijo que el mundo audiovisual es prácticamente como ser artista, es como una cuestión de suerte, quién sabe si voy a poder hacerlo o no, quién sabe si voy a tener éxito. Es mejor tener una carrera que me dé un poco más de oportunidades en el mercado”.

Yo por dentro…

Facepalm

 

Como ella, existen muchas personas que escogen carreras o especializaciones que no les gustan, ni atrae, ni interesa. Y a pesar de que pueden aprender cosas que puedan ser útiles, sufrirán sus estudios (si es que los terminan).

Y si llegan a ejercer… ¿Qué tan buenas van a ser haciendo algo que realmente no les da ni curiosidad?

Inclusive hay gente que logra desarrollar estas carreras “satisfactoriamente”, pero son las personas que uno ve con la crisis de los 45 años, lamentando haber pasado los últimos 15 o 20 años de su vida, empleando 10 horas al día haciendo algo que detestan.

 

no trabajar en lo que me gusta

 

Por otro lado, hoy en día no existen carreras seguras, no hay nada que garantice que lo que le funcionó a otra persona te vaya a funcionar a ti.

De hecho, hay más probabilidades que no te vaya bien si te decides por algo que no te gusta.

En nuestro profesorado de yoga, se pueden identificar claramente dos tipos de alumnos: los que quieren convertirse en profesores de yoga, y aquellos que lo toman para sí mismos, para profundizar su práctica de Yoga.

Al transcurrir el curso, algunos de los que quieren enseñar se dan cuenta por ejemplo, que lo que realmente desean es  enseñar solo la meditación, otros se especializan en las posturas y otros se dedican a ser coach.

Curiosamente, dentro del grupo de los que afirman que nunca serán profesores, muchos cambian… Se apasionan tanto que terminan dejando sus actividades cotidianas y se convierten en instructores de Yoga a tiempo completo.

 

Hoy en día tener una profesión no es lo que era antes. Estamos condicionados a hiper-especializarnos para lograr “éxito” profesional.

Ya no es suficiente ser abogado, ni siquiera ser abogado especialista en inmigración, ahora se necesita ser abogado especialista en inmigración de casos de asilo, por ejemplo, para diferenciarse de la competencia.

Sin embargo, también existe un grupo de personas, al cual me siento afortunado de pertenecer, que en lugar de  hiper-especializarnos en una sola rama de nuestras profesiones, logramos salir del esquema de hacer lo mismo todos los días.

En mi caso particular, además del Profesorado de Yoga, trabajo como terapeuta de Yoga para gente con dolores, soy coach holístico y me siento privilegiado de poder desarrollar todas estas aristas. Todas mis semanas son distintas.

Teniendo en cuenta lo anterior, te invito que busques para qué eres bueno y qué es lo que realmente te apasiona hacer, evalúes cómo puedes amarrar esas dos y desarrolles tus circunstancias a partir de eso. La vida es muy corta para gastarla en algo que no te va a hacer feliz.

Solo recuerda que debes afrontar las decisiones que tomes, y asumirlas con la valentía de aceptar quien eres y como eres. Estas decisiones te obligarán a desafiar las expectativas de otros, incluso a veces, las tuyas propias, pero de lo que sí estoy seguro es que al final va a valer la pena.

 

Con cariño,

 

Mijael.