Coloco dentro de esta clasificación a los tumores, porque aunque pueden estar localizados directamente en la espina dorsal, podemos considerarlos “algo que no pertenece a la espalda”.

Menos de 1% de los dolores de espalda son causados por tumores (benignos o malignos). Esto obviamente asusta a mucha gente. Nuevamente, mi intención no es asustarte.

Pero si tu dolor persiste sin cambios después de un mes de tratamiento, debes considerar ir a un doctor y descartar todas las posibilidades.

Los tumores a veces vienen acompañados de uno o más de estos síntomas:

  • pérdida de peso
  • cambios en la digestión
  • fatiga
  • mucho más dolor en la noche
  • dolor que empeora con el ejercicio
  • Dolor que no disminuye en lo absoluto con el descanso o anti-inflamatorios.

 

Los síntomas que pongo en negritas son muy importantes–consulta a un doctor en seguida si has notado que tu dolor de espalda está acompañado de alguno de ellos.